BIBLIOTECA

Genshin Impact | Diario de Roald el Aventurero – Pico Qingyun, Jueyun Karst

Resumen

Un diario dejado por el famoso aventurero, Roald.
Las páginas tienen el aroma de las flores que crecen en los acantilados.

Contenido del libro

Precederé mi diario de aventuras con un severo recordatorio para mí mismo. Recientemente he descubierto que he perdido mi diario cada vez que siento que quiero escribir en él. Oh, Roald, ¡debes aprender a ser más cuidadoso en el futuro!

Después de escalar por lo que parece una eternidad, finalmente he llegado a la cima del precipicio. Estoy rodeado por un mar de nubes. Es imposible saber en qué lugar de ese mar de nubes me paré una vez mirando este lugar celestial donde habitan los adeptos.

Aparte de los pocos árboles de formas extrañas, apenas hay signos de vida aquí en la cima del precipicio. Ocasionalmente, un Lapis Glede lanza un grito agudo antes de sumergirse en las nubes y desaparecer de la vista. Arriba de la colina desde aquí está la morada del adepto, pero hay algunas cosas que necesito resolver antes de subir. El asunto más urgente es reparar mi equipo de escalada, también me ocuparé de algunos cortes y roces mientras estoy en ello. Un amable granjero me dio un ungüento cuando llegué a Jueyun Karst… me pica, pero realmente funciona.

Las noches en la cima del precipicio ofrecen poco en cuanto a comodidad. El implacable viento sobre las nubes penetra hasta los huesos. Es difícil refugiarse de él, porque encuentra su camino hacia ti a través de todos los pequeños huecos de la tienda, y no hay forma de que puedas mantener una fogata encendida con este viento. Por lo tanto, una buena noche de sueño está fuera de discusión. Me pregunto si el adepto que habita en la cumbre se siente solo y desanimado al estar rodeado por nada más que el frío y despiadado viento.

Al final de una larga noche de insomnio, finalmente vi la luna ponerse en el mar de nubes. Me aseguraré de que mi mochila esté bien sujeta, y al amanecer, comenzaré mi viaje a la cima donde habita el adepto. Con suerte, la altitud es lo suficientemente alta como para que no llueva.

No se han encontrado entradas.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba