Genshin Impact | La Torre de Mondstadt (I)

Resumen

En la época de la depresión y la tiranía, la chica extranjera conoció al ominoso huérfano. ¿Este fatídico encuentro predice un final trágico? ¡La histórica novela romántica, La Torre de Mondstadt, comienza!

Contenido del libro

En la época de los aristócratas, había una alta torre en la plaza de Mondstadt. Se construyó para honrar a Barbatos el Arconte Anemo en nombre, pero en realidad no era más que una extravagante muestra de riqueza y poder de la realeza para regodearse de los plebeyos. La única vez en el año en que los plebeyos que vivían en estos tiempos oscuros podían encontrar un poco de consuelo era durante Ludi Harpastum.
Durante un Ludi Harpastum, un cantante errante de una tierra lejana llegó a la ciudad. El nombre de la exótica muchacha era Inѐs, y todos en el festival estaban encantados con su impresionante belleza. Gente de todas las edades y condiciones sociales compitieron por ver a Harpastum y escucharla cantar baladas extranjeras.

«¡Las bendiciones de Barbatos son para todos! Eres pecador si estás amargado en una ocasión tan feliz.

Mientras cantaba estos versos, repartía sus ganancias durante el festival a los pobres y huérfanos de la ciudad.
Una frágil figura se erigió entre la multitud. Era el Senescal, y se enamoró de ella a primera vista. Pero su piedad religiosa le llenó de frustración por su incapacidad de suprimir las emociones que experimentaba, y sus actos de caridad, que violaban el derecho de la Iglesia a ayudar a los pobres, le molestaban aún más.
Como es sabido, las creencias de los Mondstadters contemporáneos sostienen que el Anemo Archon Barbatos anima a la gente a buscar el amor y la libertad. Pero en la edad oscura, el Anemo Archon dormía, y la ciudad fue atormentada por la tiranía de los nobles, la pobreza de los plebeyos, y el estrago de un dragón. Mientras tanto, la autoproclamada iglesia «ortodoxa» – una mera figura, controlada por la clase dirigente – abogaba por la abstinencia de los placeres terrenales para evitar el castigo divino. En tales circunstancias, incluso el duro que simbolizaba el viento se había limitado a tocar sólo las canciones consideradas «sagradas». Sin embargo, la noción de «castigo divino» era poco más que una excusa fabricada por los nobles para ocultar su avaricia y restringir a los plebeyos.

«Dejar que se quede en la ciudad es hechizar a todos sus habitantes. ¿Qué maldad traerá esta bruja?» El Senescal reflexionó.

Y así, el Senescal conspiró para cazar a Inѐs, y confinarla a la Catedral mientras esperaba más instrucciones. Según las tradiciones de la época, la doncella elegida para lanzar su Harpastum debía servir en la corte real durante tres días después de la celebración, bajo la protección de los aristócratas. El Senescal decidió enviar a su hijo adoptivo, Octave, a colarse en la corte real y secuestrar Inѐs.

Octave fue un niño no deseado, abandonado por sus padres supersticiosos al nacer y más tarde criado por el Senescal. De niño, fue perseguido y abusado por los ciudadanos, visto como un mal augurio de desastres dramáticos. La única persona que protegió a Octave fue el Senescal, que lo trató como a su propio hijo y así se ganó su mayor confianza.

«¡Traedme a la doncella que ayer me tiró el Harpastum! No molestes a nadie y no menciones mi nombre.

Bajo las órdenes del Senescal, Octava subió al balcón de la sala de la corte al anochecer. Al ver a la chica llorando a la luz de la luna, su corazón puro se agitó, ya que nunca había visto un espectáculo tan maravilloso. Miró a la chica, dejando su tarea olvidada.

Pero el silencio del momento de tranquilidad compartido por Octave y la chica fue interrumpido por los sirvientes…